Hace algun tiempo tuve la idea de escribir un ensayo titulado “Sobre la condición del soldado en una guerra”. En este ensayo pensaba mostrar cómo un hombre envuelto en una guerra es la mas pura representación del patetismo de nuestra especie. Reducido a ser una máquina de suprimir, de recibir órdenes y de entregar su mierda en búsqueda de una obsesión infantil producto de la mente de otro idiota que tal vez murió siglos atrás. Esto, obviamente, tan documentado, era sólo el principio de mi reflexión. La defensa de un egoismo reptiliano era mi guía. Pero hoy he desistido de la idea, no porque la considere falsa, sino porque he creído descubrir argumentos mejores para otras.
¿Es la guerra maldita, malvada, cruel? Por supuesto, creo firmemente que toda guerra debe ser eliminada. Creo que el ser humano debe ser pacífico como el que más. La crueldad y la violencia son perversiones mamíferas entre otras que es imperativo hacer desaparecer de este mundo. Eso es en lo que yo creo. Pero mis razones son más sencillas de lo que algunas mentes, oscurecidas por un ideal de razón tan infantil como pobre, pudieran concebir.
Imaginemos una situación hipotética: retrocedamos al pasado primitivo del ser humano y supongamos, en un acto de comicidad atroz, que el hombre supera su irracionalidad, su egoísmo y su mezquindad. El punto de inflexión es el que a ustedes mejor les parezca: el judaísmo, el cristianismo, la civilización romana, la democracia griega o el descubrimiento de la agricultura. Lo cierto es que el hombre asumió una actitud de bondad y piedad ante sus semejantes humanos. Desde ese momento no habrá guerras, ni asesinatos. Los pueblos compartirán sus alimentos movidos por un santo y sano sentimiento de especie. Ya no habrá hambre ni sed. Los países compartirán medicinas y tecnología. Libertad, igualdad y Fraternidad. Todos los humanos de la tierra crecerán rechonchos, felices, disfrutando de una plácida penetración sexual hora por medio. Procreando sus vástagos con agilidad de cadena de montaje norteamericana… Todos los seres humanos desde ese momento podrán vivir con belleza, verdad y rectitud sin fin, los derechos humanos serán por fin respetados. Los niños no morirán de hambre y los adultos mayores verán crecer a sus nietos a la par que a sus últimos hijos concebidos.
Si el pasado hubiera hecho realidad, de esa manera, el sueño de filósofos morales, algunos religiosos y hippies en cantidad, ahora, en el año 2008 de nuestra era, el planeta ya habría colapsado hace tiempo a causa de la sobrepoblación y el consumo vehemente de los recursos. Tal vez ya no existiríamos.
De esto puede extraerse la conclusión que reza así: todas las guerras, todas las muertes, toda la destrucción, toda el hambre que el ser humano se provoca a sí mismo nos han mantenido vivos como especie en el filo de la navaja del mundo, ellas han evitado un colapso seguro. Si, señores y señoritas, el egoísmo, la irracionalidad y la violencia de nuestra especie han sido nuestro mejor recurso adaptativo, entre más sistemáticas y globales mucho mejor. Tal vez Hitler sea el humanista por excelencia. Con el único defecto de discriminar entre judíos y otros seres humanos (si de humanismo se trata, por favor Adolf, podrías haber empezado con los mismos Arios).
En la medida en que creo firmemente que el humano haría bien en desaparecer de este mundo, la guerra me parece algo aborrecible, algo impío. Sin ella nos reproduciríamos al ritmo de conejos y moriríamos lenta pero limpiamente al acabar con los recursos del planeta. La vida, en la aridez resultante, encontraría de nuevo su camino sin nosotros. No lo dudo.
En mi Universidad los estúpidos bobos fantoches atolondrados marchan y grafitean en contra del TLC y otras mamertadas con una pasión de payaso marxista en decadencia. El día que escuche que marchan en contra del hambre en África y que exijan a los E.U. que los restos orgánicos que arrojan a la basura enteritos y sanos después de sus orgías de grasa y carbohidratos sean enviados a África para alimentar a los niños huesudos, ese día, oh hermanos, me volveré de izquierda y marcharé con ellos con los zapatos más grandes y ridículos que pueda conseguir con mi sueldo de pequeño-burgués.
Hay que promover la compasión sin excusas y hay que alimentar hasta la saciedad a todos los estómagos humanos de la tierra con el objetivo de que nos multipliquemos con rapidez. Ese es mi ideal tal vez inalcanzable.
… Pero hay esperanzas: ¿Qué pasa en estos días en Europa, por ejemplo?. Los británicos están sufriendo una epidemia nunca antes vista de enfermedades causadas por el sobrepeso. Las mujeres alemanas no quieren parir, están demasiado ocupadas con sus vidas exitosas y sus ideales civilizados y feministas. Lo que no quiere decir que los hombres alemanes (y los italianos) no contribuyan sabiamente con la sobrepoblación viniendo a suramérica a producir hijos en legión con puticas negras de a 15.000 pesos. Son realmente gente civilizada que saben lo que estan haciendo.
Si, señores, la sobrepoblación y la obesidad crónica son las claves más prometedoras (entre otras). La pasividad humanista democrática del mundo civilizado nos esta llevando al cuello de botella final de nuestro destino. Los ideales racionales de la civilización nos matan como especie lentamente, y no nos damos cuenta. Es sencillamente maravilloso...
Así que, señores y señoritas, realmente hay que acabar con las guerras y la violencia. De eso no hay duda. No hay verdad más irrefutable.
«Nada que sea más siniestro (unheimlich) que el Hombre»*
ResponderEliminar-Néstor A. Braunstein-
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“¿Hay algún camino para evitar a la humanidad los estragos de la guerra? Es bien sabido que, con el avance de la ciencia moderna, este ha pasado a ser un asunto de vida o muerte para la civilización tal cual la conocemos; sin embargo, pese al empeño que se ha puesto, todo intento de darle solución ha terminado en un lamentable fracaso. (…) ¿Cómo es que estos procedimientos logran despertar en los hombres tan salvaje entusiasmo, hasta llevarlos a sacrificar su vida? Sólo hay una contestación posible: porque el hombre tiene dentro de sí un apetito de odio y destrucción.”
.Albert Einstein.
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En algún ensayo sobre el instinto de agresión expuse:
"Nos hemos convertido, a causa del desenlace del Complejo de Edipo en individuos cada vez más dominados por el sistema, a causa de la introyección de la agresividad y del aumento del sentimiento de culpabilidad, porque es la cultura que en busca sus intereses propios coarta las pulsiones del individuo y no le permite la satisfacción de sus necesidades. Entonces, cabe preguntarse si, ¿puede, tal vez, ser la guerra, una forma de sublevación contra la misma cultura?"
Aún dejo la pregunta abierta.
P.D.:
También me colocaría los zapatos más ridículos y me volvería de izquierda, sin embargo debo confesar que como pequeña burgués me siento muy bien....
A propòsit-o de la guerra...
ResponderEliminarExiste en el Africa un grupo de tribus que cuando van a la guerra (Los muy cafres), èsta termina con el primer muerto. Asì la tribu a la cual pertenezca el difunto queda derrotada y el asunto que los llevò al conflicto queda zanjado.
Por supuesto son tribus muy "primitivas"
eso se llama economia humanista....
ResponderEliminarTengo una apuesta con un amigo: ver fallecer al planeta en 60 años aproximadamente... No planeo vivir hasta alla... pero es mi apuesta.
ResponderEliminarCreo que la ganare mas temprano que tarde.
Saludos.
Ros.
hola ros, realmente creo que eso se va a demorar un poco mas, lamentablemente
ResponderEliminarese es mi sueño, pero un poco mas apocaliptico, algo asi como el fin del mundo y estar alli y verlo en primera fila, sentado en el techo de mi casa al mejor estilo de neron.
me llenaria de carcajadas el corazon, seria muy divertido.
No se te ha ocurrido pensar que nosotros bien podríamos serlas amebas del organismo viviente que llamamos tierra?
ResponderEliminarTe imaginas lo rídiculo que sería, en la analogía, las amibas entablando profusas discusiones sobre la mejor manera de salvar nuestras vidas.
¡Que rídiculos seremos tratando de salvar el planeta del cual somos parasitos!
hola miau....
ResponderEliminarRealmente no se si entiendi bien la INTENCION del comentario, o sea que no se que decirte exactamente.
si, claro, esta idea es bastante sugestiva, la idea de que el planeta es un ser viviente y nosotros somos bacterias, virus o algo por el estilo en su interior.
La tierra esta perdiendo sus defensas contra nosotros.
ups..... la tierra tiene sida
un beso y gracias por el comentario
sigue ronroneando