Carta Abierta a un Anónimo Resentido


Mi querido Anónimo. Déjame Cambiarte la Arenita:

Tu, mi querido anónimo resentido has reprochado repetidamente en varios comentarios impúdicos mi Carta al Papa. Me llamas cobarde por haber borrado tus roñosos y sucios comentarios. Que puedo decir, he borrado tus comentarios por simples razones: Este espacio lo he creado yo, y yo mantengo señorío sobre él, esto no es una democracia. Además, por ser mi espacio no voy a dejar que nadie (intente por lo menos) faltarme, sin razón alguna o con ella. Si tienes problemas con eso, lo siento. Esto no es un foro público.

No voy a responder a tus conatos de insultos bastante subidos de tono e indecentes. Veo sin embargo que me conoces personalmente y eres capaz de mencionar con obscenidad e irrespeto partes muy específicas de mi anatomía (mi avanzada, pero elegante y varonil, falta de cabello por ejemplo), que monito de tu parte. Lo tuyo entonces es una cobarde vendetta personal, estoy acostumbrado a ellas, fresco. Una expresión de desprecio atávico contra mi persona. repito, desprecio atávico... Que desagradable. Un proceso de superación para ti es necesario. Por lo menos que no se note que he hecho tanta mella en tu espíritu... ¿para desquitarte conmigo debes hacer tanta algazara vacía?. Tal vez fui tu profesor cruel o tu compañero de clases implacable, tuvimos una discusión donde te dije tres santas verdades que nadie se atrevía a decirte, o simplemente me veías por los pasillos charlando cariñosamente con la niña que te gustaba. O fingiste ser amable conmigo siendo amigo de un amigo, ¿hipócrita, tal vez?... Sin dudas envidioso sin remedio y sin atreverte a admitirlo. No sé quien eres, pero ten la seguridad que ya yo te he perdonado lo ordinario, egocéntrico, obtuso, machista y cretino que tu has debido ser cuando te conocí. Oraré por ti, mi cordero perdido.

Bueno, a lo que vamos, paso ahora a responder tus leves críticas (traducidas para limpiarlas de tu sucio lenguaje) con respecto a mi Carta abierta al Papa:

Dices que yo no digo nada nuevo y que lo mío parece más una carícatura hollywoodense que intenta pasar por irreverente. Vamos a ver eso:

Por supuesto que lo que digo se le ha reprochado a tu iglesia por siglos y siglos, lamentablemente su sordera y cretinez es infinita, así­ que hay que repetirlo a ver si alguien escucha. Nunca he pretendido originalidad, y si tu crees que ese ha sido mi objetivo, vaya uno a saber tus angustias interiores que te sirven de prejuicio para interpretar mis palabras.

Eso de que intento ser irreverente si es un poco más consistente. Pero creeme. No ha sido mi intención. La irreverencia vacía me aburre. Al contrario, mi sentido de la indignación y de la ira es lo que he querido usar para escribir la susodicha carta.

Un católico serio y honorable simplemente ignorarí­a la carta, y no botarí­a tanto argumento ad personam baboso como tu lo haces. Te propongo que superes un poco tu daltonismo intelectual y tu quejoso galimatías, resguardate en tu fe.

Dices también que soy un iluso al pensar que mi carta va a causar alguna reflexión en el vaticano. Por supuesto que no va a causar meditación en el Vaticano la carta. Les mando la carta por pura egoísta diversión (no sabes la risa que me provocó mandarle al Papa una carta, así­ nunca la lea. Me produjo un fresquito y esa noche pude descansar como un bebé arbolito), para mi eso es suficiente. Deja de estar pretendiendo saber cuales son mis motivos, eso es de ignorantes egocéntricos que creen que todo gira alrededor de sus cabezas.

Me llamas laico frustrado. No sé de donde sacas que soy "laico"... Más bien debería preguntar: ¿Entiendes realmente el significado del término?. Cuando leí eso en tu comentario, no me quedó la menor duda, supe que estaba leyendo a un completo idiota.

Te ves igualmente bastante afectado por mi provechosa y honorable búsqueda de reconocimiento (que no es reconocimiento de la chusma por supuesto, sólo de Mis Mayores... Tranquilo, sé muy bien que no puedes entender eso). No quiero ni pensar por qué eso te tiene tan afligido.

Me sugieres que en vez de estar escribiendo estas cosas me dedique a limpiar mi propia caja de arena. Mi querido anónimo, gracias por la aséptica preocupación. Estoy en esas labores, es una labor titánica que involucra autorreflexión y madurez diaria, es toda una actitud frente a la vida que no termina, donde se necesita tanto orgullo como humildad. Mi pregunta es si tu puedes limpiar la tuya. Por lo que me dejas ver, y acepto que tengo poca aunque sugestiva información sobre ti, tal vez no. Te quedarías sin cerebro al hacerlo. En tu caso puede ser difícil distinguir entre materia gris y materia fecal. Lo cual es paradójico, porque es necesario tener cerebro para limpiarse su propia arenita. Por la poca información que me proporcionas veo que tu caso es bastante singular, necesitas cambiarte la arenita para pensar, pero para cambiarte la arenita debes pensar de antemano. Como buscar un fósforo para encender una vela, pero en la oscuridad necesitar la caja entera para poder encontrar el fósforo necesitado... Ups. Mi sentido pésame. Estas condenado a andar rodeado de tu propio pu.

En el lenguaje de las páginas personales eres lo que se conoce como un Troll. Un personaje anónimo que insulta sin cesar, sin objetivo, y que es lo bastante cobarde para no mostrar su rostro. Tus comentarios no me ofenden, me ofende que una persona cobarde se atreva a hacerlos y por eso también los suprimo. Mi página no es anónima. Si lo fuera, tu nunca hubieras podido saber quien la escribe, que hasta te tomas el esfuerzo de intentar amenazarme. ¿Crees realmente que hay alguna razón para que yo le tenga miedo a esas ridículas, desesperadas y anónimas expresiones?. Tu falta de cojones me sorprende.

A propósito, ¿cómo sabes que no envié mi nombre con la carta?. No me digas que además de gallina, eres también psí­quico.

Me agrada haber provocado una reacción en ti tan duradera, se nota que moví­ tu fibra (de nuevo). Algo puede haber en esa cabeza mamí­fera de todas formas para ser salvado. Sigue visitándome cuando quieras, veo que te sirve de mucho y a mi me encanta hacer ese tipo de caridades, a propósito de la Semana Santa. Pero eso sí, no esperes que alimente tu idiotez, seguiré borrando tus mensajes. No esperes más respuestas de mi parte. Si quieres tener la oportunidad de que tus lengüetazos y mocos se lean aqui, rompe el anonimato.

Nunca, por muy desgraciado, vil e insultante que fuera un comentario, yo lo he dejado bajo anónimo en el santuario de otro (se vale ser irrespetuoso y hasta grosero, pero no pusilánime. Es una cuestión de honor). Esta página, aunque no lo creas y no lo parezca, es muy seria para estar pendiente de tus babosadas. Ya bastante hago con dedicarte este espacio y unos minutos de mi ocupado tiempo, así que le doy punto final a este asunto que te duró sólo un lamentable día. Te repito, mi página no es un foro público y aquí somos más bien medievales, yo soy el Señor de mis Dominios. No eres par de diálogo para esta cabeza, por eso te sermoneo con una Carta Abierta (un medio unilateral y bastante displicente a mi parecer). Sospecho que con todo y la puesta en tu sitio seguirás visitándome, ese patológico atavismo que tienes conmigo no se cura de un día a otro, hay personas que mueren con ellos.

Entre otras cosas, no tengo la culpa que, como tu mismo afirmas, tengas que hacer tantos esfuerzos por encontrar adjetivos con qué nombrarme. Compra un diccionario y deja de jadear incapacidades. Te invito a visitar más bien a un posible amigo tuyo: mi ex mascota, veo que tienen mucho en común.

Pd: Un último comentario elaborado por ti, mi anónimo resentido: "Te aseguro que nos veremos más pronto de lo que crees, y que arreglaremos este asunto tanto tiempo sepultado"... Oh dios mio, que ridiculez. No sé a qué te refieres pero por si acaso, ten la seguridad que fue ella la que me propuso todo.


9 comentarios:

  1. La fuerza de las palabras. Estilo y elegancia en la reacción. Me gustó, es bueno que la gente exprese desacuerdos pero siempre entre márgenes de respeto que permitan construir nuevas y mejores formas de ver la vida.

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  3. con más tiempo, lo leeré mejor.. jejeje

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  4. Nojoda... Keneth bájale... bájale... Pobre man. Además ignorar algo es siempre la mejor manera de ofender.

    R.

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  5. ja ja ja TIR,
    Schopenhauer diría que muchas veces la indiferencia no es suficiente.

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  6. Le dolió a mis ojos esta carta! Ese pobre anónimo debe estar devanándo su cerebro en busca d euna respuesta medio decente a esto...
    Qué grandeza saber lidiar con estas gentes, Don Latrodectus!
    te envidio -y no sanamente, que eso no existe-
    Anda a saber en cuál vuelta de esta gigantesca o diminuta red hemos de volver a cruzarnos por los caminos de las palabras.

    Un abrazo

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  7. Jajajaja... Increíble como hay gente tan... (necesito un diccionario para buscar un adjetivo con que calificarlas)...

    Diana Monsalve Lafaurie

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  8. Excelente, ojalá algún día pueda responder a alguien así..

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